Cuando vas a visitar un país nuevo, una de las cosas que generalmente quieres ver son monumentos, monumentos y más monumentos. Estonia es un país pequeño, pero tanto en Tallin como en otras ciudades y pueblos hay catedrales, castillos, obeliscos u otras estructuras que no desmerecen a países más conocidos por ellas. Y estos, en mi opinión, son los 15 monumentos más importantes de Estonia.
(Foto de Portada: Commons/Diego Delso – CC BY-SA 3.0 Deed)
15 – Kuursaal (Haapsalu)
Comenzamos nuestra lista de los monumentos más importantes de Estonia con el Kuursaal, uno de los edificios más icónicos de la ciudad balnearia de Haapsalu. Fue construido a finales del siglo XIX como un salón de baile y de conciertos para la aristocracia rusa que veraneaba en la zona.
El edificio todavía conserva su aspecto original de madera y cristal, con una elegante decoración interior y una amplia terraza exterior.
Hoy en día, el Kuursaal (que es el gran símbolo del Paseo Marítimo de Haapsalu y está muy cerquita de la estatua del oso polar) acoge a un restaurante de gama media-alta que también celebra conciertos y exposiciones, pero que solo abre en verano.
14 – Faro de Sõrve (Saaremaa)
En el cabo más septentrional de la isla más grande de Estonia está el faro de Sõrve.
Sõrve es un faro que se encuentra en la península del mismo nombre en la isla de Saaremaa. El faro actual es una torre cilíndrica de hormigón armado que se construyó en 1960, como reemplazo de la estructura anterior de madera que sirvió como guía entre 1945 y 1960. El faro tiene una altura de 52 metros y una luz blanca que se enciende cada 15 segundos, con un alcance de 15 millas náuticas.
Sin embargo, el faro de Sõrve tiene una larga historia que se remonta al siglo XVII, cuando el gobernador general de Livonia, que pertenecía a Suecia, ordenó construir el primer faro en el lugar. El faro ha sido testigo de varios conflictos bélicos, como la guerra de independencia de Estonia, la Segunda Guerra Mundial y la ocupación soviética.
Hoy en día, el faro de Sõrve es una atracción turística que ofrece una impresionante vista del mar Báltico y del golfo de Riga, así como un museo que muestra la historia y la cultura de la región.
13 – Catedral de Alejandro (Narva)
En la posición número 13 de nuestra lista de los monumentos más importantes de Estonia está la Catedral de Alejandro, una catedral luterana que se ubica en la ciudad de Narva, situada en la frontera con Rusia.
Este símbolo de Narva se edificó entre 1881 y 1884 por orden del zar Alejandro II, para servir como templo para los trabajadores de la fábrica textil de Krenholm. El arquitecto fue Otto Pius von Hippius, de San Petersburgo, quien diseñó una estructura de madera y cristal con un estilo neogótico.
La catedral sufrió daños durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en su torre y su órgano, que fueron restaurados posteriormente, pero el edificio sobrevivió, convirtiéndose en uno de los pocos monumentos históricos que se conservan en Narva, que fue casi totalmente destruida durante la guerra.
Hoy en día, la Catedral de Alejandro es una de las grandes atracciones turísticas de Narva. De hecho, alberga una instalación artística llamada Taevas Narva kohal («El cielo sobre Narva»), que consiste en una proyección de imágenes sobre las bóvedas de la iglesia, que narran la historia y la cultura de Narva. La instalación se puede ver desde unas sillas especiales que se encuentran en el interior de la catedral, y es una de las proyecciones permanentes más grandes de Europa.
12 – Castillo de Rakvere
En el número 12 de los monumentos más importantes de Estonia está la primera fortaleza de la lista, el castillo de Rakvere, una edificación medieval que se encuentra en la ciudad del mismo nombre, en el norte de Estonia.
Fue construida en el siglo XIII por los daneses, dueños del Ducado de Estonia entre los siglos XII y XIV, y fue escenario de varias batallas y asedios a lo largo de la historia. Especialmente duras fueron las batallas que tuvieron lugar durante la Gran Guerra del Norte en el siglo XVII, que dejaron la fortaleza en ruinas.
Hoy, el castillo de Rakvere es una atracción turística que ofrece una recreación de la vida en la Edad Media y el Renacimiento. Imagínate la típica feria medieval de los veranos en los pueblos españoles, pero todo el año, en un castillo real y con un pequeño museo.
11 – Torre de Observación de Suur Munamägi
Estonia es un plan casi completamente plano, y la montaña más alta de Estonia, Suur Munamägi (literalmente y sin coñas, Monte del Gran Huevo), mide solo 318 metros de altura. Pero eso no fue obstáculo para que en su cima se haya construido una torre de observación.
La torre de observación de Suur Munamägi tiene una larga historia que se remonta al siglo XIX, cuando el astrónomo Friedrich Georg Wilhelm von Struve construyó en su localización una pequeña torre que usó como vértice geodésico para medir el arco meridiano de la Tierra.
La torre actual es la quinta que se construye en el lugar, y data de 1939. Tiene una altura de 29 metros y cuenta con un ascensor para facilitar el acceso a los visitantes. Desde la cima de la torre se puede disfrutar de una vista panorámica de hasta 50 kilómetros de distancia, abarcando regiones de Estonia, Rusia y Letonia.
10 – Castillo de Haapsalu
En el número 10 de los monumentos más importantes de Estonia aparece otra fortaleza, el Castillo de Haapsalu, un complejo arquitectónico que data del siglo XIII.
Fue fundado como sede de gobierno del obispado de Ösel-Wiek, un Estado del Sacro Imperio Romano Germánico que abarcaba las islas y la costa occidental de Estonia. El castillo alberga una catedral gótica dedicada a San Nicolás, donde se dice que aparece el fantasma de una doncella llamada la Dama Blanca en las noches de luna llena de agosto.
Esta fortaleza fue testigo de numerosos acontecimientos históricos, como las invasiones de los lituanos, los daneses, los suecos y los rusos, así como las revueltas de los campesinos estonios. A lo largo de los siglos, el castillo fue ampliado y reconstruido para adaptarse a las necesidades militares y religiosas de la época.
Hoy en día, el castillo es un museo que ofrece exposiciones, conciertos, festivales y visitas guiadas. También alberga el Museo de Historia de Haapsalu, que muestra la vida y la cultura de la ciudad desde la Edad Media hasta el siglo XX.
9 – Castillo de Kuressaare
El Castillo de Kuressaare es una de las fortificaciones medievales mejor conservadas de Estonia. Está en la ciudad del mismo nombre, que es la capital de la isla de Saaremaa.
Fue construido en el siglo XIV por la Orden Teutónica, como base de operaciones para gobernar la isla de Saaremaa y cristianizar a sus habitantes. El castillo tiene un estilo gótico tardío y una forma simple, con un edificio central cuadrado rodeado de un patio y una torre de defensa de 37 metros de altura.
A lo largo de los siglos, el castillo de Kuressaare ha pasado por varias manos y ha sufrido varias remodelaciones. Ha sido propiedad de los obispos de Ösel-Wiek, de Dinamarca-Noruega, de Suecia y de Rusia. Ha servido como fortaleza, como casa de pobres y como escenario de ejecuciones durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, alberga el Museo de Saaremaa, donde se puede aprender sobre la historia, la naturaleza y la cultura de la isla.
8 – Torre de la Televisión (Tallin)
En el puesto número 8 de nuestra lista de los monumentos más importantes de Estonia está la Torre de la Televisión de Tallin (en estonio, Tallinna Teletorn) es una torre de radiodifusión con una plataforma de observación que se ubica en el distrito de Pirita, a seis kilómetros al noreste del centro de la ciudad de Tallin, la capital de Estonia.
Se construyó para retransmitir las competiciones de regata de los Juegos Olímpicos de verano de Moscú de 1980. Con sus 314 m, la torre de televisión es el edificio más alto de toda Estonia y ofrece una vista panorámica de los alrededores. En lo alto hay un restaurante, y, si quieres, puedes caminar por la plataforma exterior y hasta colgarte de ella con una cuerda.
Este edificio tiene una historia fascinante, ya que fue escenario de un intento de asedio por parte de las tropas soviéticas en 1991, cuando Estonia se independizó de la Unión Soviética. Los defensores de la torre lograron resistir el ataque y evitar que se cortara la señal de televisión, lo que permitió a los estonios seguir informados de los acontecimientos.
7 – Monumento a las Víctimas del Comunismo (Tallin)
El Monumento a las Víctimas del Comunismo de Tallin es un homenaje al pueblo estonio que sufrió el terror soviético. Durante la ocupación soviética, Estonia perdió la quinta parte de su población de más de un millón de habitantes, de los que más de 75.000 fueron asesinados, encarcelados o deportados.
El monumento consta de dos partes: Teekond («Viaje») tiene más de 22.000 placas con los nombres de las víctimas. El simbólico Koduaed («Jardín») tiene textos informativos y piedras de ubicación. Un monumento a los oficiales militares estonios que cayeron víctimas del terror comunista forma parte del memorial.
El complejo se encuentra justo al Memorial de Maarjamäe, en el distrito de Pirita, y cerca del cementerio de Metsakalmistu, donde fueron enterrados muchos de los ejecutados por el régimen soviético. Se inauguró en 2018, coincidiendo con el centenario de la independencia de Estonia.
6 – Fortaleza Hermann (Narva)
La Fortaleza Hermann es un castillo medieval que se encuentra en la ciudad de Narva, al noreste de Estonia, a orillas del río homónimo. Actualmente funciona como un museo que alberga exposiciones sobre la historia, el arte y la cultura de la zona.
Establecido en 1256 por los daneses, el primer castillo de piedra se construyó a principios del siglo XIV. La orden de los Caballeros Teutónicos lo compró el 29 de agosto de 1346 y lo convirtió en una de sus principales fortalezas en la región.
La fortaleza Hermann de Narva ha sido testigo de numerosos conflictos y asedios a lo largo de los siglos, debido a su posición estratégica en la frontera entre Estonia y Rusia. Enfrente de la fortaleza se encuentra la fortaleza de Ivangorod, construida por los rusos en 1492 para desafiar el dominio de los teutones. Ambas fortalezas forman un conjunto único de arquitectura militar que se puede admirar desde ambos lados del río.
5 – Estatua de los Estudiantes Besándose (Tartu)
La Estatua de los Estudiantes Besándose es el gran símbolo de Tartu, la segunda entre las ciudades más importantes de Estonia y el mayor centro cultural del país. Conocida como Suudlevad tudengid, (“Estudiantes Besándose”), la escultura representa a la mayoría de la población de Tartu, que son estudiantes universitarios. Se encuentra en la Plaza del Ayuntamiento, ocupando una posición central en la Ciudad Vieja de Tartu.
La estatua fue creada en 1998 por el escultor Mati Karmin, quien se inspiró en una foto que tomó de una pareja besándose bajo la lluvia. Está puesta en una fuente que data de 1948 y que funciona durante el verano, creando un efecto de lluvia sobre los enamorados.
4 – Catedral de Alejandro Nevsky (Tallin)
La Catedral de Alejandro Nevsky de Tallin es una impresionante obra de arquitectura ortodoxa rusa que se alza sobre la colina de Toompea, en la Ciudad Vieja de la ciudad. Hoy en día, es la principal catedral ortodoxa de Estonia, una de las atracciones turísticas más populares de Tallin, y el número 4 en mi lista de los monumentos más importantes de Estonia.
Fue construida entre 1894 y 1900, cuando Estonia formaba parte del Imperio Ruso, y está dedicada al santo guerrero que derrotó a los invasores suecos y alemanes en el siglo XIII. Su diseño, obra de Mikhail Preobrazhensky, se inspira en el antiguo estilo ruso, con cinco cúpulas bulbosas, una gran cruz dorada y numerosos mosaicos e iconos.
Este templo es también un símbolo de la compleja historia de Estonia, marcada por las sucesivas dominaciones extranjeras. Tras la independencia de Estonia en 1918, la catedral fue vista como un monumento al poder ruso y se planeó su demolición, pero nunca se llevó a cabo. Durante la ocupación soviética, la catedral fue descuidada y sufrió daños. Después de la restauración de la independencia en 1991, la catedral fue renovada y recuperó su esplendor. Hoy en día, es la principal catedral ortodoxa de Estonia y una de las atracciones turísticas más populares de Tallin.
3 – Plaza del Ayuntamiento (Tallin)
La Plaza del Ayuntamiento de Tallin (en estonio, Raekoja Plats) es el corazón del centro histórico y uno de los lugares más emblemáticos de la capital estonia.
En esta plaza de forma cuadrada se celebraban los mercados y los actos públicos desde la Edad Media hasta el siglo XIX. Hoy en día, la plaza sigue siendo un punto de encuentro y de ocio, donde se pueden disfrutar de las terrazas, los restaurantes y los quioscos que la rodean, y que acoge eventos especiales como el Mercado de Navidad de Tallin.
La plaza está cerrada por el sur por el Ayuntamiento de Tallin, el único edificio civil de estilo gótico que se conserva en el norte de Europa. El consistorio se construyó en el siglo XIV y se amplió y remodeló en los siglos siguientes. Sobre el edificio se levanta una torre octogonal de 61 metros, coronada por una veleta con la figura de un soldado medieval llamado Vana Toomas («El Viejo Toomas»), que es uno de los grandes símbolos de la ciudad.
- Artículo en profundidad: «Raekoja Plats: La espectacular Plaza del Ayuntamiento de Tallin»
2 – Auditorio del Festival de la Canción de Estonia (Tallin)
El Auditorio del Festival de la Canción de Estonia (Lauluväljak en estonio) es un auditorio al aire libre ubicado en Tallin, con capacidad para 75.000 espectadores. Se construyó en 1959 para albergar el Festival de la Canción de Estonia, un evento que se celebra cada cinco años desde 1869 y que reúne a miles de cantantes y músicos amateurs (sí, miles) que interpretan canciones en idioma estonio. El festival fue declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco en 2008.
El Auditorio del Festival de la Canción de Estonia no solo es un escenario musical, sino también un símbolo de la lucha por la independencia de Estonia. Durante la ocupación soviética, el festival se convirtió en una forma de expresar el orgullo y la resistencia nacional a través de la música. En 1988, se celebró el llamado Festival de la Canción de la Revolución, en el que más de 300 000 personas cantaron himnos patrióticos y ondearon la bandera de Estonia, desafiando la censura y la represión. Este acto fue el inicio de la Revolución Cantada, un movimiento pacífico que condujo a la restauración de la soberanía estonia en 1991.
1 – Monumento a los Caídos en la Guerra de la Independencia (Tallin)
Y, finalmente, encabezando mi lista de los monumentos más importantes de Estonia está el Monumento a los Caídos en la Guerra de la Independencia de Tallin, una columna de vidrio que se alza en Vabaduse Väljak (la Plaza de la Libertad), en el centro de la capital de Estonia.
El monumento fue inaugurado el 23 de junio de 2009 como homenaje a todos los que lucharon por la libertad y la independencia de Estonia durante la guerra contra el Imperio ruso y el Ejército Rojo entre 1918 y 1920.
El pilar tiene 23,5 metros de altura y consta de 143 placas de vidrio, que simbolizan las 143 batallas que se libraron durante la guerra. En la base del monumento hay una llama eterna que arde en memoria de los caídos, y hoy en día ya es un símbolo de la soberanía y la identidad nacional de Estonia, así como uno de los puntos de encuentro en Tallin por excelencia.
Cada año, el 24 de febrero, se celebra el Día de la Independencia de Estonia con una ceremonia oficial en el monumento y un desfile militar que parte desde su pie.
Y así, termino mi lista de los 15 monumentos más importantes de Estonia. Si quieres investigar un poco más, puedes leer sobre la Russalka, el ángel ruso de Tallin, un monumento que no está en esta lista pero que es tan o más interesante que alguno que si lo está.