Si vas al centro del pequeño pueblo de Värska verás una estatua bastante grande de un soldado en un pedestal. Es el Monumento a la Libertad del Condado de Petseri (en estonio, Petserimaa Vabadussammas), que parece una estatua normal y corriente, pero cuya historia es la historia moderna de Estonia y del Pueblo Seto.
Qué conmemora
El Monumento a la Libertad del Condado de Petseri en Värska es un homenaje a los alrededor de 350 soldados estonios caídos en el Condado de Petseri durante la Guerra de Independencia de Estonia, que tuvo lugar entre 1918 y 1920.
Pero si miras un mapa de los condados de Estonia hoy en día (que son las divisiones admnistrativas de primer nivel, como las comunidades autónomas en España), verás que no hay un condado de Petseri.
¿Qué es y dónde está el Condado de Petseri?
Hoy en día, el antiguo condado estonio de Petseri está la parte rusa de la frontera, formando parte del Oblast de Pskov. Su nombre proviene de su capital, la ciudad de Petseri (Petchory en ruso).
Más allá de ser cuna de reconocidos artistas estonios como el pintor Alfred Hirv o la escritora Lilli Promet, la verdadera importancia de Petseri está en que es la capital tradicional de Setomaa, el territorio del Pueblo Seto.
La partición del Pueblo Seto
El pueblo Seto es la única minoría étnica nativa de Estonia. Tienen su propio idioma, sus propias costumbres, y sus propias tradiciones.
Pero, durante casi toda su historia, el territorio del pueblo Seto ha estado partido entre Rusia y Estonia.
En los momentos en los Rusia ejercía dominación sobre Estonia, especialmente durante el imperio de los zares y durante la ocupación soviética, esto no importaba tanto, ya que estaban gobernados por las mismas instituciones.
En 1918 comienza la Guerra de Independencia de Estonia, que acaba en 1920 con el Tratado de Paz de Tartu. Y ese tratado estipulaba que el territorio estonio abarcaba todo Setomaa, incluida su capital, Petseri.
Estonia es ocupada por la Unión Soviética en 1940, aunque pronto es conquistada por los nazis, a los que la URSS echa en 1944. Y, poco después, el gobierno soviético decide unilateralmente revertir las fronteras entre la República Socialista Soviética de Estonia y la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, volviendo a partir Setomaa.
La situación queda así hasta el 20 de agosto de 1991, día en el que Estonia reestablece su independencia. Ese mismo día, por primera vez, territorio del pueblo Seto pertenece a dos estados diferentes.
Tras su independencia, Estonia considera que la su frontera con Rusia es la delimitada por el Tratado de Paz de Tartu, incluyendo Petseri. Rusia, por supuesto, rechaza esa visión. Así que ambos países se embarcan en negociaciones y firman un nuevo tratado en 1995 en la que Estonia renuncia a Petseri.
Pero Rusia nunca lo llega a ratificar, y la cuestión queda en el aire hasta hoy día, aunque ni el estado estonio ni la gran mayoría de su población reclaman ya Petseri de manera seria.
El significado del monumento
Ahora que tienes algunas nociones de la historia del territorio de los Setos, seguro que te puedes imaginar que el simbolismo del Monumento a la Libertad de Petseri va más allá del de la típica estatua a los caídos en una guerra.
De hecho, su localización en Värska no es casual. A pesar de su pequeña población, hoy en día está considerada la capital oficiosa de los Setos de Estonia.
Y es que, para ellos, el monumento representa la partición de su territorio entre dos estados, y el anhelo de reunificación dentro del estado estonio.
Por eso verás dos banderas al lado de la estatua. Una es la de Estonia, la otra, la del pueblo Seto.
Pero, cuando el monumento se comenzó a diseñar hace casi 100 años, se iba a construir en otro lado.
La historia del Monumento a la Libertad de Petseri
El Monumento a la Libertad del Condado de Petseri en Värska se inauguró el 20 de julio de 2020, pero la historia de su génesis se remonta hasta los años 30 del siglo pasado.
La versión original
Es alrededor de 1931 cuando surge la idea de construir un monumento en Petseri que conmemorara la Guerra de Independencia de Estonia. Tras varios años de deliberaciones, en 1938 se convoca un concurso para elegir el diseño.
Y, por supuesto, el ganador es Roman Haavamägi, uno de los escultores estonios más famosos de la época y creador de monumentos como el Oso Polar de Haapsalu o el Banco de Chaikovski.
La inauguración del monumento estaba prevista para el 20 de julio de 1940. Pero algo más de un mes antes, el 16 de junio de 1940, las tropas de la Unión Soviética entran en Estonia y se la anexionan por la fuerza.
Por supuesto, las tropas rusas no iban a permitir abrir un monumento que celebraba una victoria contra ellos, así que la estatua no llega a ponerse.
El segundo intento
En 1944 hubo un segundo intento de erigir el Monumento a la Libertad de Petseri.
Cuando las tropas nazis se retiran de Estonia durante la Segunda Guerra Mundial, se produce un breve vacio de poder en algunas zonas del país, y el último presidente estonio aprovecha para declararse como gobierno legítimo.
Ese gobierno solo dura unos días antes de que Estonia vuelva a ser completamente ocupada por las tropas soviéticas, pero fue tiempo suficiente para reflotar, breve e infructuosamente, la idea de la estatua.
La versión moderna
No sería hasta 2004 cuando se vuelve a retomar la idea de la estatua.
La primera persona con cierta plataforma pública en comentarlo fue el historiador militar Hannes Walter, que fue quien sugiere su nueva localización en Värska y quien inicia un debate público que llevaría a la construcción final del monumento moderno, financiado en parte por el estado estonio, y en parte por donaciones privadas.
La encargada de tallarla fue la escultora de Tartu Tiiu Kirsipuu, que se basa en fotos antiguas del diseño original de Haavamägi para erigir un soldado de granito de más de 2 metros de altura, sobre una columna que mide 5 metros.
Las obras de instalación de la estatua, de reforma de la plaza y del parque que está al lado comienzan en verano de 2019, y su inauguración oficial, con presencia de las más altas autoridades civiles y militares, tiene lugar el 20 de julio de 2020, 80 años exactos de cuando estaba prevista abrirla originalmente.
Cómo llegar
Si vienes en coche desde Tallin o Tartu y estás guiandote por GPS, una vez que entres en el pueblo de Värska vas a pasar por un puente que cruza un río. Pues justo después del puente, a la derecha está el parque que acompaña a la estuatua. Sigue recto por la calle del puente y allí la verás.
Si vienes en transporte público y llegas a la estación de bus de Värska, ponte mirando a la calle principal con el supermercado Coop a tus espaldas. Comenza a caminar hacia la izquierda, y tras unos 300 metros, verás el monumento.
Merece la pena ir
Si estás en Värska, sí.
El Monumento a la Libertad de Petseri es una de las cosas más importantes que ver en Värska, y dada su situación en el centro, es casi inevitable que la veas.
Pero no vayas especialmente desde Tallin o desde Tartu para ver la estatua. Si vas, hazlo como parte de una ruta por Setomaa, que eso sí que merece mucho la pena.