A orillas del Lago Peipsi, a unos 180 kilómetros al sudeste de Tallin y a unos 65 al norte de Tartu, hay un pequeño pueblo llamado Kalmaküla, que está a las afueras de Mustvee, una de las ciudades vacacionales por excelencia en Estonia. Y en Kalmaküla hay un pequeño restaurante especializado en pescado llamado Õige Koht («El Sitio Adecuado» o el «El Sitio Correcto» en español).
Y ya que estaba de ruta con el coche por la zona, paré a comer allí. Así que, hoy, te cuento lo que tienes que saber sobre este sitio, y mis impresiones.

Datos Básicos
- Dirección: Pihla tee 1, Kalmaküla, Mustvee vald, Jõgeva maakond
- Horario: En verano, de Martes a Viernes, de 12 a 16, Sábado de 12 a 18, el Lunes cerrado
- Menú: Comida tradicional estonia, con énfasis en pescado del Lago Peipsi (menú de 2020 en estonio).
- Página en Facebook (muchos negocios en Estonia no tienen web, usan solo Facebook)
- Precio: Rango barato para Estonia
El restaurante
Õige Koht es un kohvik, que es más o menos lo que en España consideraríamos una cafetería, pero mucho más enfocada a comidas que a café.
Y es uno de esos negocios familiares donde llevados por un matrimonio, con lo que parecían sus hijos adolescentes echando una mano en verano.
El interior del restaurante está dividido en dos comedores, con una barra en medio, que es donde se pide. En el exterior hay un par de terrazas, una bonita pero pequeña en la entrada principal, y otra con mesas de plástico en la parte de atrás.

Como en una gran mayoría de kohvik en Estonia, pides la comida y la bebida en la barra, y pagas cuando pides. La bebida te la dan en el momento y tienes que llevarla tú mismo a tu mesa. También te dan un número, que tendrás que situar de manera visible en la mesa. Cuando la comida esté lista, el camarero te la lleva y se lleva el número con él.
Como puedes ver en las fotos, la decoración de Õige Koht es… bastante ecléctica. Sin embargo, sí parece haber un tema principal: los gatos.

En todos los cuadros y figuritas aparecen, de una u otra manera, gatos. Hasta las papeleras exteriores están pintadas con gatetes. Eso sí, nosostros no vimos ningún gato paseando por allí, estaban limitados a la decoración.

La atmósfera, aunque no diría que era tranquila, no era tampoco desagradable. Me recordó mucho a cualquier bar o cafetería que esté cerca de una playa española. Eso sí, a pesar de que nos sentamos a comer fuera de la hora típica de Estonia, había bastante gente, y tuvimos que hacer unos 10 minutos de cola en la barra para pedir la comida.
Lo que pedimos en Õige Koht
Para dos personas, pedimos de comer:
- Schnitzel de cerdo con patatas asadas y ensalada
- Cortes de lucioperca con patatas fritas y ensalada

Y de beber, los dos pedimos:
- Kali
Además, para acompañar, nos pusieron el típico pan de centeno estonio con mantequilla.
Pagamos por todo 23 euros.
Personalmente, yo salí de allí bastante contento, especialmente teniendo en cuenta el precio que pagamos. Ese día comimos tarde, así que teníamos un hambre de tres pares de narices, y salimos más que saciados. Y, además, lo que pedimos, sin ser aquello el Celler de Can Roca, estaba bueno. Especialmente el pescado.
El único punto negro quizá haya sido la espera en la barra para pedir. Los camareros iban todo lo rápido que podían, pero parece que tenían demasiada gente para el ancho de banda de trabajo del que disponían.
¿Merece la pena ir a Õige Koht?
Si es verano, estás por la zona y te cuadra la hora de comer, sí merece la pena acercarse y comer allí.
Pero si estás pensando en ir a propósito a Õige Koht desde Tallin, Tartu o cualquier otra ciudad de Estonia, mi consejo es que esperes a tener algo más de tiempo, y lo incluyas en un viaje un poco más grande.